El Camino de Santiago puede convertirse en una de tus mejores experiencias y es importante pararse a pensar un poco en cómo quieres vivirla. Algunas personas prefieren caminar solos, otras compartir la experiencia con su pareja o con amigos, y muchos optan por unirse a un grupo organizado. Cada modalidad tiene sus ventajas y desventajas, y la elección dependerá del carácter, las expectativas y las necesidades de cada persona.
En este artículo valoramos cada una de las opciones y preguntamos a peregrinas y peregrinos cómo ha sido su experiencia y por qué han decidido hacerlo solos o acompañados.
Hacer el Camino en solitario puede parecer intimidante al principio, pero para muchos es la mejor opción. “Caminar solo te permite ir a tu ritmo y estar a tus cosas o a nada”, comenta John Hamilton, quien nos sigue contando que de esta manera puede escoger cuándo estar en compañía o no: “Al atardecer, mientras pico algo para cenar, aprovecho para hablar con otros peregrinos si ese día me apetece socializar”.
Al caminar en solitario, es recomendable tener un apoyo con la ruta, ya que no todos los tramos del Camino están siempre bien señalizados. Una preparación previa o una app de navegación puede ayudarnos mucho para tomar una decisión rápida. A Anna Gascón, parte del equipo de S-Cape, le ocurrió que, ensimismada, seguía caminando sin recordar cuándo vio la última flecha amarilla. En ese momento tuvo que decidir si seguir algo más o retroceder hasta encontrar una flecha y asegurarse, y arriesgarse a perder bastante tiempo.
Otro aspecto que nos viene a la cabeza al viajar solo/a es la seguridad. El Camino de Santiago es considerado una ruta segura, aunque, por desgracia, a veces se han dado casos de acoso. Hay mucho apoyo entre peregrinos y las personas en los albergues o alojamientos en caso de que pueda ocurrir algo. Pero hay formas de mejorar tu seguridad, como lo que hizo Anna mientras recorría el Camino del Norte sola, “cada día informaba a mi padre dónde me alojaba ese día y qué etapa iba a hacer al día siguiente. De esta forma había contacto diario y, con un mensaje rápido, le mantenía actualizado de mi localización”.
Caminar en pareja o con amigos fortalece lazos (¡o los rompe!).
Ángel Álvarez, guía y parte del equipo de S-Cape Travel, hizo el Camino Francés con su pareja. Ángel comenta que fue interesante para los dos ya que conocieron cosas del otro en una situación muy diferente a la habitual, pasando muchas horas juntos y con momentos de cansancio. “Cada uno tiene su propio ritmo al caminar y era importante respetarlo. A los pocos días decidimos que, sí alguno tenía más empuje un día, seguiría caminando parar encontrarnos más adelante o al final de la etapa.”
Este aspecto se intensifica si vais en un grupo de amigos, donde hay que encontrar el equilibrio entro todos. Pero la mayoría de veces sale todo bien, se fortalecen los lazos, y se crean recuerdos y anécdotas para toda la vida. Daniel Robledo sugiere lo siguiente al hacer el Camino con amigos, aunque solo eran dos: “cuando comencé a hablar con mi amigo sobre hacer el Camino, rápidamente le planteé mis miedos por la cantidad de tiempo que íbamos a pasar juntos, y la posibilidad de que llegáramos a discutir. Le expliqué mis expectativas y cómo me imaginaba el Camino y ayudó a superar pequeños momentos de tensión. Compartiendo momentos en compañía y momentos en solitario, aun caminando el uno al lado del otro”.
Unirte a un grupo organizado para hacer el Camino es una muy buena opción para quienes no quieren hacerlo solo/a y no encuentran a alguien que los acompañe. También es una forma interesante de conocer gente con gustos afines.
Al estar ya organizado, te despreocupas de los alojamientos y hasta de preparar la mochila para el Camino, ya que suele incluirse el transporte de equipaje. De esta forma, puedes centrarte en caminar y, quizás, volver a casa con una amistad nueva.
La guía de grupos Silvia comenta que ha “tenido alguna experiencia negativa con grupos de personas que no se conocen, pero uno de los papeles del guía es gestionar las tensiones y hacer que esas personas se conviertan en compañeros durante unos días. Al final, los agradecimientos de los integrantes del grupo son positivos y muy reconfortantes”.
Muchos de estos viajes organizados incluyen un guía que hace a la vez de intérprete del lugar. No obstante, este formato puede no ser ideal para quienes valoran la flexibilidad, ya que los horarios e itinerarios están más fijados.
Una última opción que mezcla hacer el Camino con amigos y apoyo logístico es contratar un viaje autoguiado, donde la agencia organiza el alojamiento y traslado de equipaje pero hay flexibilidad para seguir la ruta a vuestro aire. A parte de estos servicios, las agencias incluyen descripción de las rutas o app de navegación para poder seguirlas sin necesidad de un guía.
Lo importante es disfrutar del viaje, respetar los tiempos y necesidades de uno mismo, y aprovechar la oportunidad de conectar con la naturaleza, la cultura y las historias que se encuentran en cada paso. Porque al final, el Camino de Santiago es tan único como el peregrino que lo recorre.
Horarios de apertura: 9:00 – 18:00
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