La Isla de Wight en bicicleta

Lo ideal es coger el tren a Portsmouth y luego el ferry o el aerodeslizador hasta la isla.

Ryde es un pueblo costero y muy animado. Tómate tu tiempo para explorar y disfrutar de un clásico fish'n'chips en el paseo marítimo.

El primer día de viaje te llevará desde el bullicio de las afuertas de Ryde y Cowe, hasta la localidad costera de Gurnard. Tras pedalear por las tierras del interior, llegarás a Newtown y otros pueblos dignos de recorrer, hasta llegar a Yarmouth.

Yarmouth es un bonito e histórico pueblo costero. De camino, la gran atracción es la Casa Osborne de la Reina Victoria. Es una visita larga, por lo que es necesario calcular bien tu tiempo. Otros lugares interesantes pueden ser la abadía de Quarr y la iglesia de St. Mildreds de Whippingham y Cowes. 

Este es un paseo en bicicleta muy bonito que tiene algunas colinas, incluyendo un par de subidas pronunciadas hasta llegar a The Needles Park, desde donde verás las agujas que sobresalen del mar. Si prefieres tomártelo con calma el primer día, puedes subir en autobús desde Alum Bay.

La segunda mitad del día es más tranquila, pasarás por carreteras rurales, y callecitas estrechas en los pueblos. Finalmente, de vuelta a la costa, llegarás a Chale, que tiene un faro medieval. La bahía de Chale fue conocida en su día como la Bahía de la Muerte, debido a que aquí se perdieron sesenta barcos entre 1746 y 1808. 

Tu último día de ciclismo en la isla es una mezcla de bajadas y tramos costeros. La ruta evita los pueblos más turísticos y opta por una atractiva ruta de montaña por el interior. Continuarás así hasta llegar a Bembridge, es un buen lugar donde degustar cangrejo o langosta frescos. Los últimos kilómetros son un relajante paseo costero hasta ascender de nuevo a Ryde, donde entregarás la bicicleta y disfrutarás de tu última noche, a menos que hayas añadido noches extras a tu viaje. 

Después del desayuno, dirígete hacia el muelle para coger el ferry que te llevará de nuevo a Portsmouth.