Por la mañana, se pueden sergir explorando las calles y plazas de la histórica localidad de Haarlem. Recomendamos visitar el Museo Frans Hals, con obras de la Edad de Oro o perderse por los senderos de la ciencia del magnífico Museo Teijlers.
Al mediodía, es el momento de volver de nuevo a pedalear a lo largo de la orilla del Río Spaarne hasta llegar al bonito pueblo de Spaardam y el Canal Ijdijk. Destacan las pequeñas y coquetas casas antiguas construídas junto al Canal mientras otras yacen seguras y se protegen tras él. Según se dice, la esclusa más antigua del mundo todavía en funcionamiento es la de Kolksluis. El impresionante enclave donde se encuentra no puede pasar desapercibido para el viajero. En Ijdijk hay un monumento que recuerda al pequeño Hans Brinker, aquel niño valiente que salvó al país de una inundación metiendo su dedo en un agujero del canal (¡Fantasía americana de la A a la Z!, pero qué más da…)
Pedaleando, se alcanza la región de Zaan, denominada así por el Río Zaan y salpicada de pintorescas casitas de madera pintadas de verde y rematadas por cortinas blancas de encaje. También se pueden ver este tipo de casas en Zaanse Schans, conocido mundialmente por sus molinos de viento. ¡Este lugar parece un cuadro perfecto! Hay muchas cosas que se pueden hacer y ver aquí: visitar molinos, talleres, museos, aprender a fabricar zuecos o hacer queso holandés… ¡la nostalgia lo envuelve todo!. Después de todo esto, ha llegado el momento de sentarse y disfrutar de un merecidísimo crepe.
Horarios de apertura: 9:00 – 18:00
Horarios de apertura: 9:00 – 18:00